Heinrich Schliemann



Heinrich Schlieman



 Su biografía

  • Fue un arqueólogo alemán, nació en Neubukow, Mecklemburgo en 1822,  y murió en Nápoles, en 1890. No tuvo estudios y pasó su infancia y trabajando en oficios diversos. Pero al ser agente de una casa de comercio, aprendió hasta ocho idiomas y acumuló una fortuna.
  • Convencido desde niño de la veracidad histórica de los poemas de Homero, se retiró de los negocios con 36 años para buscar las ruinas de Troya. Estudió arqueología en París y, por fin, en 1868, se trasladó a Grecia y Asia Menor para excavar.
  • Localizó la ciudad en Hisarlik y la desenterró en 1873-74 con la única ayuda de su esposa Sofía, una estudiante griega con la que se había casado a través de una agencia matrimonial; excavaron tan profundamente que desenterraron una ciudad de la Edad del Bronce anterior a la Troya de Homero.

           El colonizador de Troya

  • Un loco soñador que se lanzó a recorrer Turquía con un ejemplar de la Ilíada de Homero en la mano, en busca de Troya.
  • Y un genio que en el siglo XIX, desarrolló métodos de investigación hasta hoy utilizados.
  • Un viaje de estudios lo llevó en 1868 a Ítaca, donde realizó excavaciones en busca del palacio de Ulises.
        El hallazgo

  • Primero encontró recipientes que no correspondían a las descripciones de Homero. Luego desenterró restos de la ciudad en ruinas.
  • Nadie había encontrado pruebas de que el poema épico de Homero sobre la guerra troyana tuviera asideros reales.
  • Hasta 1871. En la colina de Hisarlik, en el noroeste de la actual Turquía, Schliemann encontró los restos de la ciudad, también conocida como Ilión, que dio el nombre a la Ilíada.
  • El arqueólogo alemán no fue el primero en creer que allí se encontraba el sitio descrito por Homero.
  •  El británico Frank Calvert ya había realizado excavaciones en la región. Ambos se conocieron por casualidad. Calvert era dueño de terrenos alrededor de Hisarlik, pero no tenía ya dinero para seguir cavando. Calvert indujo a Schliemann a continuar el trabajo que él había comenzado. Y en 1872, éste tuvo la certeza: los gruesos muros que había desenterrado pertenecían a la fortificación de Troya.
  • También en Micenas, donde excavó entre 1874 y 1876, incurrió en un lamentable error. La máscara de oro que desenterró allí no pertenecía al héroe micénico Agamenón.


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